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Channel: En la boca del lobo » Cuadernos de Kabul
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Este librito tiene buen pinta

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Acaba de salir un libro a la venta que me suena un poco: Cuadernos de Kabul (RBA). Son 35 textos publicados en la web de El País en agosto y noviembre de 2009, cuando estuve en la capital afgana para cubrir las (fallidas) elecciones presidenciales. Ahora aparecen en papel bastante mejorados, corregidos y ampliados. Aquello que nació digital huele por primera vez a letra impresa. El camino inverso al habitual y la demostración de que las tecnologías son útiles para hacer periodismo; lo importante es el contenido no el formato.

Se trata de un amplio recorrido por una geografía humana de Afganistán que no suele salir en los medios de comunicación. Salvo Ramazan Bashardost, el candidato hazara que quedó tercero en los comicios y que me pareció un tipo normal que decía cosas muy inteligentes, en estos Cuadernos no hay políticos ni militares; tampoco señores de la guerra y narcotraficantes. He preferido dar voz a los protagonistas, a las víctimas, a los civiles que tratan de sobrevivir en medio de la pobreza, la injusticia y la guerra. Tampoco suenan en estas páginas disparos ni se escuchan bombas (quizá alguna, pero poco). No es un espacio para combates sino para sus consecuencias, para la gente que escucha y habla, que narra sus historias, para personas que tienen y dan esperanza como Alberto Cairo.

Todos juntos no explican Afganistán, pero permiten llegar a su aroma y quizá a través de él entender cómo se vive en una situación tan dura.

Chesterton, ese genio británico, decía que a un escritor vivo hay que comprarle sus libros y al muerto, leerselos. Que yo sepa aún pertenezco al primer grupo exagerando mucho lo de escritor pero siento mucha envidia de los segundos porque todos escribimos para que nos lean.

No vamos a hacer presentación formal. No habrá canapés ni boato. Hay dos hechos incontestables: la crisis económica y que esas presentaciones no sirven de mucho -sólo van amigos que ya se lo van a comprar-, y menos aún para los que vendemos poco. Quedan pues estos Cuadernos, como tantos otros libros, a expensas del boca oreja (o del boca en boca, que también se puede decir) para repetir edición y quizá cuadernos en otro lugar. Estoy seguro de que los amigos me darán un empujón, al menos para arrancar esa cadena.


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